Fotógrafos : VAMOS A ENCHUFAR A LA NIÑA!

TONI FRISSELL (Antoinette Frissell Bacon) era una niña de papá que con el tiempo se convirtió en una mujer de la alta sociedad de Manhattan. Un buen día, aburrida de rascarse la barriga, decidió que era hora de hacer algo con su vida aparte de elegir que vestido ponerse para la fiesta de turno.

La niña, que de tonta no tenía nada, empezó a tirar de contactos y gracias al asesoramiento de Edward Steischen logró que la colocaran como aprendiz de Cecil Beaton. Su trabajo inicial como fotógrafo para VOGUE a principios de los 30´s se debió personalmente a Condé Nast Montrose, que es como si a mi me apadrina Polanco pero más a lo bestia. A la americana.

Total, que la que entró por aburrimiento descubrió en la fotografía su gran pasión y trabajando duro consiguió convertirse en toda una maestra en esto de clickear. Harper´s Bazaar dijo que querían tenerla entre sus filas y la Toñi allá que se fué.

Su estilo es maravilloso y por si algo se caracteriza es porque se ve a la legua que son fotos realizadas por una mujer. Por aquella época las modelis que aparecían en las fotos de moda tenían una actitud más bien pasiva, en las fotos de la Frissell destacan por su caracter activo e independiente.

Aparte de su faceta como fotógrafo de moda fue una excepcional retratista y sus series acerca de la II Guerra Mundial constituyen un documento histórico de incalculable valor.

Más de uno de aquellos compañeros que la criticaron por ser quién era y por lo dudoso de su contratación seguro que están revolviéndose en sus tumbas. Ella no, ella duerme con la satisfacción del trabajo bien hecho.

Sublime! :