Fotógrafos : LA TERCERA PIERNA DE NUREYEV.

Bueno, pues parece que hemos vuelto después de una semana un tanto movidita. Como asumo que no podéis vivir sin mi y que tanta ausencia ha provocado en todos vosotros ansiedad, taquicardias, síndromes traumáticos y demás dolencias, me veo en la obligación de compensar tamaño atrevimiento con algún post que realmente merezca la pena, así que ¿porqué no hacerlo hablando de Dios, el cual se merece un post propio en este blog desde el mismo día en el que se creó?

Y es que RICHARD AVEDON es mucho, un genio, quizás el mayor que haya conocido la fotografía de moda y la retratista. Para mi es Dios, y como tal lo voy a tratar, y el que no esté de acuerdo ya sabe donde tiene la puerta... perdón, es que vuelvo un tanto subidito y de vez en cuando me pierde la soberbia.

Al lío!

Bueno, pues en estas que el 1er día Dios creó la danza; con ella nos enseñó que la clave del perfecto equilibrio de Nureyev a la hora de ejecutar sus acrobacias era tan simple como la de ser un trípode humano. Nos mostró que un pie de bailarín poco tiene que envidiar al de una geisha, que Barisnikhov había llegado para quedarse, que Cyd Charisse tenía las piernas mejor modeladas que el mundo civilizado había visto hasta el momento, que Martha Graham ya podía cumplir 2500 años que seguía en perfecto estado o que la Plisetskaya podía gozar de las virtudes de un buen cunnis linguis sin necesidad de pareja alguna.

Y es que la danza es la tónica general de la obra de Dios, nadie ha sabido captar mejor el movimiento de una prenda o de un cuerpo humano que este hombre, da igual que hablemos de Fred Astaire intentando emular a Ícaro que de la Streisand tocándose la tocha. Sus imágenes fluyen de una manera tan fuerte que a veces abruman:

Como no veía claro que el ser humano tuviese la capacidad de estar dando brincos a todas horas al 2º día Dios creó la música y convirtió en icono a Bob Dylan, demostró que Patti Smith no era muy amiga de depilarse el mostacho, que la mongola que no es mongola puede ser dulce y adorable, que Judy Garland si dejaba los tranquilizantes apartados durante unas horas era capaz de protagonizar una sesión de fotos memorable o que los Beatles podían adoptar una incipiente estética psicotrópica cuyo fin era dejar de ser unos melenudos calientabragas para que sus coetáneos más sesudos empezasen a tomarlos en serio.

Lo que no logró fue que Cole Porter no pareciese maricón pese a estar católicamente casado con alguna pobre desgraciada, pero es que hasta los dioses tienen un límite de milagros por día:

Al 3er día Dios creó la influencia y decidió que quería tener contactos, así que se puso manos a la obra y nos mostró de cerca a algunas de las personalidades que han hecho del SXX (e incluso del XIX) un lugar más interesante; desde una diminuta Marguerite Duras a un Jacob Israel al que siguió hasta su lecho de muerte, desde el torso cosido de Andy Warhol a un Maurizio Cattelan al que casi me deforman. Los Kennedy o los Picasso al completo, Giacometti, Tennessee Williams, Isak Dinessen, media Casa Blanca, media ONU, Jean Cocteau, Dalí, Capote o aristócratas varias, han pasado por su lente:

Al 4º Dios creó América. "God bless America!!!" y su extraño paisanaje. La América rural, la que Steinbeck retrataba en "Las uvas de la ira", aquella a la que la depresión azotó más salvajemente. Esa América de Biblia y rifle encima de la mesita de noche. La que más mola.

Demócratas que nos dicen a quien votar, apicultores lampiños que han pasado a la historia, niños caza-serpientes, matrimonios homosexuales, prostitutas, mineros, petroleros e incluso Malcom X o Sean Penn, han querido mostrar al resto del mundo lo que es América:

Al 5º día, Dios quiso ponerse monérrimo y creó la moda y nos mostró a las hermanas Parker (Dorian Leigh "Dovima" y Suzy Parker), a Verushka , Georgina Hamilton, China Machado ...e incluso nuestra Natividad!, en su máximo esplendor.

Les puso vestidos vaporosos con los que parecían levitar y les dió alas. Dinamizó la fotografía de moda y la dotó de movimiento... y que movimiento!! Nunca se ha vuelto a ver nada igual:

Al 6º, Dios se aburría y creó el cine, el teatro y toda arte escénica que le pudiese entretener. En estos tiempos en los que alguien logra fotografiar al niño con pinta de enfermo ese que hace de vampirito melosón y ya se cree el nuevo Lartigue, Avedon sólo retrataba a grandes estrellas.

Capaz de hacer maravillas con una melena (aquí tenemos a la Deneuve o la Loren para demostrarlo), nos expuso a la Marilyn más triste y ausente, convirtió a la dulce Audrey en prima-hermana de E.T. , nos mostró a un Groucho Marx o a una Swanson desprovistos de todo artificio y mostrando (por una vez y sin que sirva de precedente) su verdadera, cansada y avejentada personalidad, esculpió en mármol el rostro de Robert Mitchum, y pudo probar que la belleza no solamente se encuentra en un rostro joven.

Vaaaaale, también salen cosas como una Kinski mayestática en el clímax de su belleza (esa media melenita morena con la que se nos mostró, más en cuerpo que en alma, en esa maravilla de remake del clásico de Tourneur llamada "El beso de la pantera" no le podía quedar mejor), una Taylor de poderosas tetas, o una Charlize Theron que se me antoja desvalida en su perfección.

Tal fue su relación con el cine que incluso esa delicia que supuso "Una cara con ángel" está basada en su persona.

Su serie sobre los grandes del teatro no tiene rival...y que Dios bendiga a la Magnani, a Ethel Merman y a los pechos pecosos de la Huppert!:

Y como este Dios nos ha salido muy currante, en vez de descansar al 7º día decidió darse una vuelta por el mundo y traernos un montón de series impactantes acerca de la sociedad en la que le tocó vivir; desde locas del coño que pasaban su agonía encerradas en algún frenopático a morenas que sufrían las garras del racismo más salvaje, desde italianas con retraso que juegan con niños a los que luego abrazan con una ternura que siempre emociona a americanitos rubios y de sonrisa Profident que tuestan sus sonrosadas carnes en Santa Mónica:

QUE EL OTRO DIOS TE BENDIGA POR SIEMPRE JAMÁS!