Después de tanto tiempo oyendo súplicas, ruegos, oraciones a Santa Josele Román e incluso suicidios colectivos implorando por mi regreso a la red, he decidido volver a escribir.
Siempre a la última! (¿hace cuanto que pasó de moda esto de los blogs? ¿5 años?)
Pienso que la mejor manera de comenzar algo es presentarse. Vayamos al grano:
Humilde y poco adinerado estudiante de moda en el IED y con aspiraciones a trabajar en el Pimkie (ahora que el SEPU ya ha pasado a mejor vida), no me definiría como un estudiante de moda al uso.
Por ejemplo mi masa corporal no es similar a la de cuarto y mitad de chopped, tengo más canas en los huevos que Jose Luis Rodriguez "El Puma", ya he pasado con creces la treintena, me doy de cabezazos contra la "lack" del salón por no creerme todavía el tener la novia que tengo y mis amigos son de esos a los que si les nombras a Martin Margiela en vez de a Fernando Alonso les entran unas ganas locas de ponerse el tricornio de Guardia Civil y meterte un par de hostias por marica y por snob.
Aparte tengo chepa, una alopecia qué más que galopar ha alcanzado ya la velocidad de la luz, sufro un grado de estrabismo que si bien no es alarmante es bastante tocapelotas, mis tetas podrían alimentar a la mitad de la población infantil de Ruanda, jamás me pondría unos pantalones apretados, unas gafas de sol en día nublado me parecen de mononeuronal y por supuesto soy de los que desayunan en vez de "tomar el brunch"
Y así pasan los días, rodeado de maxi-bolsos de polipiel, deportivas molonas y cierta dosis de tontería, que lejos de molestar, entretiene y hasta divierte.
En resumidas cuentas, me lo paso mejor que "La Wino" en la tienda de Marc Jacobs.
He de reconocer que en un principio fuí algo prejuicioso con mi situación y llegué con las uñas afiladas a semejante antro de costura y creación, pero con el tiempo descubrí que aquello de "caga el Rey, caga el Papa y sin cagar nadie escapa" es una verdad más grande que los tobillos de Vacky Martin Berrocal: Había vida inteligente dentro del mundo de la Moda!
Esto es en lo que se ha convertido mi día a día actual, queriendo a muchos y odiando a pocos, pasando las horas entre futuribles costureros prodigiosos y entre otros que no lo serán tanto, y esperando finalizar mi tesis para saborear los placeres de la cola del INEM.
Las putas, los flashes, la copa de Soberano y el Partagás en la boca vendrán con el tiempo.
O eso espero.
Foto: Dios.
1 comentario:
Lo que eres es un exagerado.
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