Cine : LA MONTENEGRO

La sola pronunciación de su apellido me pone como un ñu en época de celo: "Montenegroooo", y me siento como Nick Nolte en "El principe de las mareas" cada vez que oía pronunciar el apellido Lowenstein.

Antes que la Montiel de "Veracruz" ( película en la que dice que tuvo un romance con Gary Cooper el cual la define en sus memorias como "una actriz mexicana cuyo nombre no recuerdo a la que odiaba tener que besar pues su pelo olía a vinagre"...) le friese unos huevos ficticios a James Dean en casa de Marlon Brando, antes de que nuestra Carmen Sevilla se fuese a cenar traductor incluído con un enamorado Sinatra, antes del Oscar de Pe e incluso antes de la famosa foto de Anita Obregón haciéndole una paella a Spielberg, existió una actriz española bellísima que triunfó en Hollywood.

Conchita Montenegro (¿Se puede tener un nombre artístico más cojonudo?), se fué desde San Sebastián a la ciudad del pecado haciendo escala en París allá por los años 30 y sus labios se juntaron con los de galanes de la época como Ramón Novarro, Lesley Howard, Robert Taylor o Robert Montgomery.

Paradójicamente el negarse a besar a Clark Gable fué lo que le consiguió un contrato con la MGM (su negativa y el gesto de repulsión que adoptó gustaron mucho. Lionel Barrymore, grandísimo actor y abuelo de la más mediocre Drew ante tal negativa exclamó: “Esta chiquilla dará mucho juego” )

Amiga de Chaplin y Edgar Neville, trabajó a las órdenes de Robert Siodmak, Ladislao Vajda y W.S. Van Dyke. Protagonizó el éxito "Cisco Kid" y volvió a España pasado el tiempo y en olor de multitudes donde encarnó a "Lola Montes" (desgraciadamente no en la versión de Max Ophüls sino en una más castiza)

Era comparada con la Garbo, la Bow , la Swanson y demás divas del cine silente, pero el tiempo es un amante cruento y olvida con mucha facilidad. Quizás demasiada.

Sin duda, y que Celia Forner y Helena Barquilla me perdonen, lo más bello que ha salido de la piel de toro!