Vale que en este país que nos ha tocado vivir uno se pone un sombrero y como poco le dilapidan en la Plaza Mayor por amoral y extravagante, pero con coger un vuelo de RyanAir y comprarte un collar de perlas de Majórica en el Puti Free del avión (esto es opcional, o eso espero) llegas a la Gran Bretaña en menos que canta Cliff Richards, y allí ya te puedes plantar cuarto y mitad de salami en la cabeza que no te mira ni Zeus.
Es por eso que es aquí donde salen genios de la sombrerería como Philip Treacy o el que en estos momentos es su alumno más aventajado : Stephen Jones.
Mr. Jones que fisicamente es bastante repulsivo y se me antoja como una mezcla entre Quentin Crisp y Octavio Acebes tiene un talento para esto de adornar cumbres que no es ni medio normal. Hace poco tuve la suerte de ver una exposición con su obra en el Victoria&Albert y la verdad es que fue una experiencia estéticamente insuperable.
El hombre hace unas cosas que de locas son hasta ponibles y encima todavía tiene tiempo para diseñar para otras marcas como John Galliano, Christian Dior, Antonio Berardi, Comme de Garçons o Giles Deacon.
Normal que igual que la Blow escondía su fealdad tras tocados de Mr. Treacy, la Piaggi haga lo propio con la suya tras los que realiza este sombrerero prodigioso.
Su página es un goce para los sentidos (más por fondo que por forma) :
1 comentario:
Bueno el de las hojas y el agua me alucina más ahora visto de cerca que esta mañana.
(que conste que para escribir este comentario voy a tener que meter la siguient palabra de verificación-"pollin")
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